Crush Language School surgió a inicios de la pandemia y ha logrado mantenerse pese a las adversidades. Su fundador, Fernando Guerrero Farías, abrió el espacio con dos intenciones: apoyar a su madre de manera económica que imparte clases de francés, y a las personas para cumplir sus sueños de aprender uno o más idiomas.
La escuela se encuentra en La Joya y su objetivo primordial es poner al alcance de la gente el conocimiento de alguna lengua con un método personalizado, además de emplear costos accesibles para que cualquiera pueda acercarse, principalmente durante la pandemia, que trajo consigo problemas económicos.
"Lo que hacemos es enfocarnos a las clases personalizadas. Solamente va a ser un alumno y un maestro durante la clase, y de esta forma el alumno avanza más rápido porque toda la atención está enfocada en él", refiere Guerrero Farías.
Esto ha permitido sobrellevar la contingencia y poder desempeñarse sin problemas en el desarrollo de su institución. Lo que se ha logrado durante poco más de un año vigente.
Inició con Fernando y su madre, Martha Leticia Farías Reyes. Ahora cuentan con la participación de la profesora Mónica Contreras, quien imparte clases de inglés, y esperan que con el tiempo se sumen más profesores a la plantilla y hacer de la escuela un referente en la ciudad.
“Al inicio no todo es ganancia”
El financiamiento para fundar la escuela vino de ahorros por las clases que Fernando impartió por su cuenta o en escuelas donde laboró. "Al inicio no todo es ganancia; gran parte de lo que generas lo tienes que reinvertir", comenta, y encontró el lugar adecuado gracias a un "coworking", es decir, espacios compartidos en el que muchas personas trabajan y donde se originó mucho del apoyo.
Encontró el lugar adecuado en Blvd. Hacienda El Jacal, #202, en la colonia La Joya, que cuenta con pizarrones, mesas, sillas, un televisor y las herramientas necesarias para las clases, así como el espacio requerido, además que a las personas les ha gustado su modelo y los resultados que desarrollaron en poco tiempo.
Con el inicio del confinamiento todo se complicó: "algunos de nuestros alumnos presenciales se fueron al inicio de la pandemia porque no tenían la certeza de qué iba a suceder con ellos y sus trabajos, y bueno, nosotros nos tuvimos que adaptar al modelo virtual y, precisamente, en apoyo a nuestros estudiantes, redujimos los costos de las clases por al menos 6 meses", sostuvo.
El descuento se hizo con la finalidad de que los estudiantes no perdieran la constancia ni todo el progreso que habían conseguido durante el tiempo que estuvieron presentes.
Sobreviviendo la pandemia
"Siendo sincero, como negocio nuevo, ha sido un reto, pero el trabajo habla por sí solo y los estudiantes se han sentido satisfechos con los resultados, y eso nos ha posicionado y mantenido firmes", comenta.
Para el futuro inmediato Fernando afirma que buscan ser un centro certificador oficial de TOEFL iBT, un examen estandarizado de dominio del idioma inglés reconocido internacionalmente, y el más importante en su ramo para hablantes no nativos del idioma.
En esta prueba Fernando cuenta con el nivel de B2, es decir, intermedio alto, un nivel elevado dentro de los estándares de medición; también cuenta con una certificación del idioma avalada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) desde los 16 años y comentó que pretende especializarse aún más en la enseñanza del idioma inglés e implicarse incluso en otra licenciatura especializada.
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