El Corte Inglés pretende deshacerse de una gran cartera de suelo logístico en distintas ubicaciones en España. El grupo presidido por Marta Álvarez ha encargado a BNP Paribas Real Estate la búsqueda de compradores en una nueva operación de desinversión de activos no estratégicos. En concreto, se trata de un portfolio de alrededor de 500.000 m2 en una docena de activos, que podrían alcanzar pujas por cerca de 80 millones de euros, según confirman fuentes del sector inmobiliario a CincoDías. BNP ya tiene listo el cuaderno para iniciar la colocación, en principio pensada de forma unitaria, aunque sin descartar ventas individuales.
La cartera, que incluye gran parte del conjunto de los terrenos que son propiedad de El Corte Inglés, está compuesta fundamentalmente por parcelas de uso logístico o industrial que el grupo no considerada esenciales, aunque también incluye superficie logística construida por 70.000 m2. La operación concentra activos distribuidos por varias zonas del territorio nacional: Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Aragón, entre otras ubicaciones, en gran medida en zonas secundarias.
La joya de la cartera se ubica en La Bisbal del Penedès (Tarragona), una zona que se ha convertido en un polo como tercer anillo logístico de Barcelona. Se trata de suelo por 230.000 m2. En esa ubicación, El Corte Inglés dispone de un centro logístico que inauguró en 2016, aún bajo la presidencia de Dimas Gimeno, y en el que invirtió 70 millones. Esta instalación ocupa 45.000 m2 y está fuera de esta cartera, pero sí son colindantes.
El grupo de distribución ha encargado este proceso tras varios intentos anteriores de desprenderse de algunas carteras de almacenes no estratégicos, pero finalmente no ejecutó ninguna operación. Ya en 2016 encargó a Morgan Stanley ejecutar un proceso de venta de un portfolio logístico por alrededor de 300 millones, un objetivo que no se cumplió. En 2019 confió en PwC para desinvertir un conjunto de distintos tipos de activos, que hubieran podido alcanzar hasta 900 millones en la transacción, algo que tampoco se materializó. Ahora confía en BNP Paribas Real Estate para la venta de parte de su cartera de logística, tal como indicó El Confidencial en mayo, que se ha concretado ahora en la transacción abierta centrada específicamente en suelo.
Activos inmobiliarios
Con esta transacción, El Corte Inglés prevé desprenderse de una buena proporción de su cartera de parcelas. El conjunto de propiedades del grupo están valorados en 16.100 millones, según la última valoración realizada por Tinsa y comunicada por la cadena de grandes almacenes en los resultados de 2020, presentados la semana pasada. En ese documento se especificaba que el perímetro de solares en manos de la empresa tenía un valor de 120 millones. Los centros logísticos se valoran en 712 millones.
La rama inmobiliaria de BNP, dirigida en España por Borja Ortega como CEO, debe sondear ahora el interés del mercado por estas parcelas. En principio, el grupo de distribución espera las primeras muestras de interés de potenciales compradores en el próximo mes.
El sector logístico es desde hace unos años especialmente atractivo entre los inversores, debido a la pujanza del comercio electrónico y la necesidad de almacenes por parte de los operadores. Igualmente, este segmento del mercado inmobiliario está atrayendo a nuevos inversores hasta ahora más ajenos a estas operaciones, como las aseguradoras, family offices y otros fondos que anteriormente estaban más enfocados en el retail.
De hecho, en las transacciones de nuevos almacenes en buenas ubicaciones logísticas se está logrando que se paguen precios récord, con rentabilidades muy reducidas debido a los altos precios, hasta ahora solo vistas en oficinas prime y activos comerciales. En principio, los interesados en estas carteras serán fondos de valor añadido y otros promotores que compren los terrenos, se encarguen de levantar los almacenes (por ejemplo en proyectos de llave en mano) y finalmente los traspasen o los alquilen a algún operador del sector.
De esta forma El Corte Inglés pone en marcha una nueva desinversión. Su director corporativo financiero, Javier Rodríguez Arias, aseguró hace una semana que el grupo continuará haciendo “ventas oportunistas sobre activos no estratégicos”, algunas de ellas “a corto y medio plazo”.
El turno del suelo tras vender tiendas, filiales... y torres de telefonía
Ventas. Una de las vías principales que ha utilizado El Corte Inglés en los últimos años para reducir su endeudamiento ha sido la venta de activos no estratégicos. Una política que el grupo de distribución centró en un primer momento en sus vastas propiedades inmobiliarias, principalmente en sus tiendas. Las operaciones más importantes en este sentido fueron, por ejemplo, la venta del gran almacén de la plaza Francesc Macià en Barcelona por 152 millones al inversor catalán Pedro Alonso Agüera; las tiendas que tenía en los centros comerciales de La Vaguada y Parquesur por 160 millones a Unibail-Rodamco-Westfield; o las ubicadas en calles céntricas como la de Preciados en Madrid; la de Gran Vía de Bilbao o la de la calle Colón de Valencia.
Informática. Pero la política de desinversión se ha extendido a otros ámbitos. Fue el caso de la venta de Informática El Corte Inglés a la francesa GFI por 300 millones; la de Ópticas 2000 al grupo holandés GrandVision por 79 millones; o incluso traspasó sus torres de telefonía móvil ubicadas en sus edificios a Cellnex por 70 millones, como adelantó este diario hace un año. Ahora le toca el turno al suelo.
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