La prolongación de la pandemia, con sus consecutivas oleadas, sigue pasando factura a las empresas que hace un año acudieron al mercado a financiarse. Una de ellas es, según fuentes del mercado, El Corte Inglés, que última con sus acreedores un nuevo acuerdo para renegociar las condiciones de su deuda por 3.500 millones de euros, apenas un año después de firmar dos préstamos con lo que empezó a hacer frente al covid-19.
Según estas fuentes, la compañía dirigida por Víctor del Pozo ha pedido a los bancos la modificación de algunas de las cláusulas por las que el grupo de grandes almacenes debía cumplir determinadas ratios financieras respecto a un crédito de 2.200 millones de euros firmado el 28 de febrero de 2020. Este préstamo había sido renovado en condiciones más favorables para la compañía, unas semanas antes de la irrupción del coronavirus, cuando las ventas y el ebitda crecían. Pero la pandemia ha cambiado por completo la situación, por lo que El Corte Inglés ha pedido más tiempo para cumplir sus compromisos. Especialmente el que mide la proporción entre la deuda y el beneficio operativo o ebitda, una ecuación que sirve para calificar la solvencia de las empresas y que es la más utilizada en el sector financiero.
La deuda de El Corte Inglés se disparó el pasado año tras la solicitud de un crédito bancario de 1.300 M, que luego se formalizó como crédito ICO
La deuda de El Corte Inglés, que había bajado a poco más de 3.400 millones (incluidos los bonos), desde los 5.000 millones de la crisis económica que se inició en 2008, se disparó el pasado año tras la solicitud de un crédito bancario en abril de 1.300 millones, que posteriormente se formalizó como crédito ICO, es decir, avalado en su mayoría por el Estado. Por el contrario, el ebitda se hundió como consecuencia del cierre forzoso durante tres meses de los centros comerciales. Una caída brusca que se tradujo en perdidas operativas o ebitda negativo, una situación insólita nunca antes vivida por el grupo de distribución.
La mejoría registrada en el tercer trimestre del año (septiembre-noviembre) no ha bastado para que el grupo cumpla con sus obligaciones financieras. Las restricciones a las aperturas aprobadas en numerosas comunidades autónomas —con especial impacto en Cataluña— en la segunda, la tercera y la cuarta olas del covid-19 han complicado la tarea. Por ello, El Corte Inglés ha pedido a la banca una dispensa o 'waiver' para que no tenga en cuenta esta ratio, que expresamente debía alcanzar si el grupo no conseguía la calificación de solvencia de 'investment grade' o grado de inversión.
Según el contrato firmado en febrero de 2020, El Corte Inglés no estaba obligado al cumplimiento de unas ratios financieras calculadas sobre la base de los estados financieros consolidados, en el caso de obtener la calificación de grado de inversión. Pero, "en caso de no alcanzarlo, la sociedad no debe superar una ratio de deuda financiera / ebitda determinada a partir del 31 de julio de 2021". Pero ese objetivo va a ser imposible. Las agencias de 'rating', lejos de darle el sello de máxima calidad, podría rebajarle el 'rating' si la pandemia se alarga. Así que las partes han acordado dar una prórroga de dos años para cumplir con esas obligaciones.
Agustín Marco
La nueva fecha para lograr el 'investment grade' es julio de 2023, según estas fuentes. Para llegar a ese momento con los deberes hechos, Del Pozo quiere implementar un plan de desinversiones de hasta 3.000 millones de euros, tal y como adelantó El Confidencial el pasado 5 de marzo. Una iniciativa que ha sido aplaudida por la banca que, no obstante, quiere monitorizar al detalle, ya que a partir del próximo ejercicio el grupo también tendrá que empezar a devolver el crédito de 1.300 millones avalado por el ICO.
Amortización del ICO
Este préstamo también ha sido modificado. Las partes han acordado alargar un año su vencimiento, hasta 2026, pero a cambio la compañía pagará un precio un poco más elevado respecto al 2,50% de tipo de interés que se firmó en abril de 2020. Y eso pese a que El Corte Inglés ha amortizado ya unos 165 millones gracias a algunas desinversioens, como la venta de su filial de Informática y otros activos inmobiliarios.
Agustín Marco
Según fuentes próximas al 'holding', el cumplimiento de los compromisos con la banca va a depender de la apertura de las fronteras este verano y la llegada de turistas, cuyas compras generan cerca del 15% de las ventas del grupo. Unos 2.000 millones de euros que se han evaporado y que los gastos de los clientes nacionales no han podido compensar. Rusos, chinos, árabes y latinoamericanos son los que adquieren los productos de más lujo y, por tanto, con mayor margen para El Corte Inglés, por lo que su regreso a España se presume clave para un ejercicio 2021-2022 que empezó el pasado 1 de marzo.
Los principales acreedores de ese crédito son Goldman Sachs, Bank of America y Santander, como bancos directores, CaixaBank, BBVA, Bankia, Sabadell, Société Générale, Crédit Agricole, JP Morgan, Unicredit y BNP Paribas.
La prolongación de la pandemia, con sus consecutivas oleadas, sigue pasando factura a las empresas que hace un año acudieron al mercado a financiarse. Una de ellas es, según fuentes del mercado, El Corte Inglés, que última con sus acreedores un nuevo acuerdo para renegociar las condiciones de su deuda por 3.500 millones de euros, apenas un año después de firmar dos préstamos con lo que empezó a hacer frente al covid-19.
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