No es raro escuchar a suizos de diferentes partes del país hablar en inglés. Y no todo el mundo está contento por ello, pero ¿utilizar el inglés como lengua vehicular beneficia la cohesión nacional o la perjudica?
Este contenido fue publicado el 15 abril 2021 - 09:41La gestión de la pandemia de coronavirus ha generado retos de comunicación entre las distintas regiones lingüísticas del país que, según un alto cargo político, deben ser abordados.
“Creo que esto ha supuesto una oportunidad para debatir sobre el multilingüismo en el país y que estos debates deberían incluir una modernización de la ley para considerar el inglés como una de las lenguas principales [...]”, dijo Sven Gatz, que describió la situación actual como “poco preparada para el futuro”.
Sin embargo, Gatz reconoció que habría oposición. “Ya hay mucha gente que dice que deberíamos aprender las lenguas de los demás antes de dar prioridad al inglés”.
Pero Gatz no es suizo, es el ministro de Bruselas de Fomento del Multilingüismo y, el 16 de marzo, estaba hablando con The Brussels Times. Mientras el Gobierno suizo ha sido criticado por su respuesta a la pandemia, nadie ha culpado, todavía, a las cuatro lenguas nacionales. No obstante, los comentarios de Gatz ponen de manifiesto algunos de los retos políticos y sociales a los que se enfrentan los países oficialmente multilingües, como Suiza, Bélgica y Canadá.
A principios de este año, una reportera de la televisión pública suiza en lengua alemana, SRF, entrevistó al director de cine suizo de Lausana Jean-Stéphane Bron para hablar sobre su último documental. Y ambos se expresaron en inglés.
“Normalmente, SRF y [el telediario] Tagesschau quieren que las entrevistas se realicen en la respectiva lengua nacional”, explica la periodista, Uta Kenter. Sin embargo, ella, que se ha criado en Alemania, considera que su francés no está a la altura para debatir sobre cómo replicar el cerebro humano con un ordenador. Está claro que Bron sintió lo mismo acerca de su alemán.
“Muy a menudo preguntamos en inglés y el entrevistado responde en su idioma nacional. En este caso, por desgracia, no fue posible”, cuenta la periodista.
Dado que, independientemente de que se expresara en inglés, francés o cualquier otro idioma, los comentarios de Bron se habrían doblado al alemán, para el espectador no había ninguna diferencia en la práctica. Sin embargo, en teoría plantea cuestiones interesantes sobre el papel y el estatus que tiene el inglés en Suiza. En primer lugar, ¿el uso del inglés como puente lingüístico está aumentando?
“Como anécdota, creo que todos estamos de acuerdo en que las personas de diferentes orígenes lingüísticos suizos tienden a utilizar el inglés como lengua franca”, afirma Franz Andres Morrissey, profesor titular de lingüística inglesa en la Universidad de Berna.
Comprensión mutua
Morrissey no conoce ningún estudio cuantitativo a gran escala que confirme o rechace estos datos anecdóticos. Ahora bien, se refiere a un estudio realizado en 2003 por Mercedes Durham, una sociolingüista que ahora trabaja en la Universidad de Cardiff (Gales), que analizó el intercambio de correos electrónicos entre estudiantes de medicina suizos y descubrió que comenzaban a comunicarse en su lengua materna, pero que acababan pasándose al inglés para garantizar una mayor comprensión.
“El inglés parece ser la lengua más fácilmente comprendida y aceptada en los grupos lingüísticos mixtos; la razón principal es que es una lengua no nativa para todos”, escribió Durham. “Los italianoparlantes de la lista de correo estaban a la vanguardia de este cambio, ya que como nadie más hablaba su lengua materna, experimentaron de primera mano la necesidad de asegurarse de que la gente fuera capaz de entenderse”.
Uso de las lenguas en Suiza
Suiza tiene cuatro lenguas nacionales. El alemán, que lo habla cerca del 63% de la población (aunque la gran mayoría realmente habla suizoalemán), el francés que utiliza el 23% de la población, el italiano, el 8% y el romanche, el 0,5% (unas 50 000 personas).
Ya sea conversando con familiares o compañeros de trabajo, navegando por internet, leyendo o viendo la televisión, el 68% de las personas mayores de 15 años utiliza más de un idioma al menos una vez a la semana, según los datos de 2019. El 32% restante afirma que utiliza una única lengua, frente al 36% de 2014. Cuanta más edad tiene la persona, más probable es que solo utilice un idioma. La encuesta revela que el 38% habitualmente utiliza dos idiomas; tres, el 21%; cuatro, el 6,4% y al menos cinco, el 1,7%.
La lengua no nacional más común en Suiza es el inglés, que utiliza de manera regular el 45% de la población. El inglés está más extendido en la parte de habla alemana del país que en las regiones de habla italiana y francesa (el 46% frente al 37% y al 43%, respectivamente).
En 2019, casi las tres cuartas partes de las personas de entre 15 y 24 años dijeron hablar, escribir, leer o escuchar inglés al menos una vez a la semana, unos diez puntos porcentuales más que en 2014.
End of insertionEl Osservatorio linguistico della Svizzera italiana (Observatorio lingüístico de la Suiza italiana, OLSI), que investiga diversos aspectos del italiano en Suiza, afirma que en todo el país – desde los años noventa, como mínimo– el uso del inglés en el ámbito laboral ha ido aumentando y disminuyendo el de las lenguas nacionales.
En cambio, citando datos de la Oficina Federal de Estadística de 2019, indica que “en general, en la Suiza de habla italiana, se utiliza el inglés menos que en otras regiones lingüísticas”.
Este gráfico muestra que en la Suiza francófona y alemana los trabajadores suizos tienen el doble de probabilidades de hablar inglés como otra lengua nacional, pero en la región de habla italiana la situación está mucho más equilibrada. Los ciudadanos no suizos que trabajan en Suiza son todavía más propensos a utilizar el inglés en su entorno laboral.
Malas experiencias escolares
Pero ¿podría el inglés suplantar al francés o al alemán? Para Durham, cuando el objetivo es comunicarse con un público más amplio y multilingüe, como posibilita internet, “ni el francés ni el alemán pueden servir de lengua principal en el contexto suizo, y se hace necesario utilizar el inglés”.
SWI swissinfo.ch tiene diez departamentos lingüísticos y las reuniones entre redacciones se hacen en inglés. Tampoco es raro escuchar a dos colegas suizos hablar en inglés. Asimismo, existen lenguas comunes entre personas concretas. Yo, por ejemplo, hablo en alemán con dos miembros de la redacción china, en francés con otro y en inglés con el cuarto.
Morrissey, que es un suizo de habla alemana con un nivel de inglés nativo, señala que él también ha tenido una experiencia personal con el inglés como lengua franca.
“Mi tesis doctoral fue sobre la elección de la lengua en la educación bilingüe en Suiza. Y una de las personas con las que tuve mucho contacto fue una periodista de L’Hebdo [un semanario de Lausana]. Ambos nos sentíamos mucho más cómodos hablando en inglés, porque mi francés no es nada bueno, y su alemán... Bueno, básicamente me dijo que se sentía ‘herida por la experiencia escolar’”.
El profesor de lingüística inglesa explica que la queja habitual de los suizos francófonos es que ellos aprenden el “buen” alemán, es decir, el alemán estándar (como se habla en Alemania) y luego sus compatriotas insisten en hablar en dialecto. “Eso es, por supuesto, un incentivo para decir: ‘Vale, olvídalo. Vamos al idioma que requiere prácticamente el mismo esfuerzo para ambos’”.
Cuestión política
La sociolingüista Durham escribió en 2016 que la evolución principal en el uso del inglés como lengua franca era con quién hablaban los suizos en inglés.
“Al principio el inglés se utilizaba sobre todo con los turistas, pero en las últimas dos décadas los suizos han venido utilizándolo cada vez más entre sí, convirtiéndolo en una lengua franca intranacional y haciendo del inglés una lengua suiza de facto”.
El Gobierno suizo publica muchos comunicados de prensa en inglésEnlace externo, pero escuchar que el inglés es una lengua suiza –de facto o no– es suficiente para que algunos suizos sientan vértigo.
En septiembre de 2000, el responsable de educación del cantón de Zúrich (en Suiza la educación es competencia de los cantones) anunció que el inglés sería la primera lengua extranjera que se iba a enseñar en las escuelas, en vez del francés. Al día siguiente el periódico francófono Le Temps se preguntaba si la inclusión del inglés en el programa escolar del cantón suponía el “fin de Suiza”. En 2009 la diputada tesinesa Chiara Simoneschi-Cortesi, cuando era presidenta del Consejo Nacional (cámara baja), también utilizó esa misma frase para advertir sobre lo que creía que iba a ocurrir si el inglés se convertía en la lengua de comunicación entre los suizos.
Muchas personas, sobre todo en las zonas francófonas e italianoparlantes del país, temen que enseñar inglés (antes que las lenguas nacionales suizas) debilite o incluso deshaga el pegamento social que mantiene unida a Suiza.
“Que el inglés sea útil no significa que lo sea para todo”, según un estudio sobre lenguas y economía que realizó la Universidad de Ginebra en 2016. “Para entender la Suiza francófona, hay que hablar francés. Para conocer la Suiza germanófona, hay que hablar alemán y entender, al menos en cierta medida, el suizoalemán”.
En 2017 los votantes del cantón de Zúrich decidieron que los alumnos siguieran aprendiendo inglés a partir de los siete años y, francés a partir de los once.
Dos bandos
Morrissey declara que cuando se trata de enseñar el inglés o una lengua nacional hay básicamente dos argumentos.
“Un razonamiento utilitario sería ‘vamos a por el inglés’. Y, de hecho, así es como se ha ordenado el debate en Zúrich y en otros lugares”, afirma. En otras palabras, se considera que para los germanoparlantes el inglés es más útil que el francés o el italiano.
“El otro argumento, el de la cohesión nacional, es bastante antiguo. No estoy convencido de hasta qué punto es así. Creo que Suiza, en gran medida, tiene una cohesión bastante firme. Hay un elemento nacionalista en ella; hay un elemento económico en ella. No creo que la lengua desempeñe un papel tan importante, pero es una especie de bandera tras la que nos gusta agruparnos”, dice.
“Pero si la gente no pudiera hablar la lengua nacional del resto –el italiano y el romanche son un buen ejemplo de ello–, es muy poco probable que el país se desintegre”.
Entonces, ¿hablar inglés no es un problema? “No sé si es un problema. Si ayuda a la comunicación, no es malo. Quizás es un poco un empobrecimiento del repertorio lingüístico que uno podría tener. Pero no creo que podamos hacer nada, porque la gente utilizará cualquier canal de comunicación que funcione”, indica.
“A mis alumnos les digo que la comunicación es la personificación del camino de menor resistencia. Te comunicas de la manera que menos obstáculos crea”.
Traducción del inglés: Lupe Calvo
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