El Corte Inglés tiene un ojo puesto en el corto plazo para paliar los efectos de la pandemia en sus cuentas, y el otro en poner en marcha sus proyectos de diversificación para no depender tanto del 'retail', en plena canibalización por la competencia 'online'. Una de las grandes apuestas es el negocio financiero, para lo que ha pedido autorización al Banco de España para convertirse en banco. Y su primer aliado internacional en este terreno va a ser, según indican fuentes próximas a las conversaciones, Mastercard.
Estas fuentes señalan que El Corte Inglés y el gigante de los medios de pago han llegado a un acuerdo para transformar la tradicional tarjeta de crédito con la que los clientes pagan en los grandes almacenes en una tarjeta universal con la que, además de abonar las compras en los centros comerciales del grupo, se podrá comprar en cualquier comercio, restaurante o centro de ocio donde se adquieran entradas.
Una alianza muy relevante, puesto que el 'holding' presidido por Marta Álvarez y dirigido por Víctor del Pozo, quiere que los 11,5 millones de personas que tienen su tradicional tarjeta, que suele ser utilizada para aplazar los pagos en la propia casa, se conviertan en clientes bancarios, por lo que competirá directamente con los grandes del sector, como Banco Santander, BBVA, Caixabank y Sabadell. En España, hay unos 85 millones de tarjetas, entre crédito y debido, en circulación, de las que un 66% son de Visa y cerca de un 30%, de Mastercard.
Agustín Marco
Según estas fuentes, El Corte Inglés lleva en trámites con el Banco de España cerca de un año para que le autorice a convertirse en una entidad financiera híbrida, una nueva figura para los establecimientos financieros de crédito que reguló en marzo de 2020 la antigua institución monetaria. Estos bancos, además de las actividades tradicionales, pueden desarrollar servicio de pago o de dinero electrónico. Las mismas fuentes apuntan a que se espera obtener la luz verde del organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos en los próximos meses para empezar a operar con la nueva tarjeta universal en septiembre.
El acuerdo con Mastercard es el primero de los que El Corte Inglés quiere arrancar en este 2021 para diversificar sus ingresos. La compañía de distribución también está en búsqueda de un socio para lanzar su división de gestión de patrimonios, negociaciones que mantiene abiertas desde el último trimestre del pasado año. Sin embargo, la decisión se ha ido demorando por el interés suscitado entre los potenciales candidatos, más de 10, entre los que se encuentran Mutua Madrileña y Banco Santander, como adelantó El Confidencial en exclusiva el 13 de octubre.
La Financiera de Botín
Aunque las conversaciones con la aseguradora estaban muy avanzadas, la entidad que preside Ana Botín ha propuesto a El Corte Inglés un acuerdo más ambicioso, que incluiría la renovación del pacto que ya tienen en la unidad de créditos personales a través de Financiera El Corte Inglés. El 'holding' le vendió un 51% del capital de esta filial, que financia las compras de los clientes en los grandes almacenes, en octubre de 2013 por 250 millones de euros.
Agustín Marco
Un pacto durante 10 años que expira en 2023 y que las partes están renegociando con vistas a renovarlo o cancelarlo. Las cláusulas iniciales las acordaron Isidoro Álvarez y Emilio Botín, los dos fallecidos en septiembre de 2014, en un momento en el que El Corte Inglés pasaba por momentos delicados por la deuda de más de 5.000 millones en la que incurrió al construir una decena de centros comerciales en plena crisis económica.
El grupo rebajó sensiblemente este pasivo hasta finales de 2019, hasta unos 3.000 millones, pero la irrupción del covid-19 ha vuelto a lastrar su cuenta de resultados y su balance. Para salir de este nuevo envite, El Corte Inglés quiere reforzar sus apuestas por otros negocios ajenos al 'retail', explotando precisamente la base de clientes tradicional. Por eso, quiere negociar con el Santander un acuerdo más amplio que incluya la financiación de reformas en las viviendas, cursos en el extranjero o adquisición de coches.
Con el objetivo de acelerar la diversificación, El Corte Inglés ya se ha aliado con MásMóvil para introducirse en el negocio de la telefonía, a través de la marca Sweno, y en el de las alarmas, así como en la de los servicios centrales de seguridad y limpieza, mediante Sicor. Una transformación que supondrá, en paralelo, la salida de unos 3.000 empleados.
El Corte Inglés tiene un ojo puesto en el corto plazo para paliar los efectos de la pandemia en sus cuentas, y el otro en poner en marcha sus proyectos de diversificación para no depender tanto del 'retail', en plena canibalización por la competencia 'online'. Una de las grandes apuestas es el negocio financiero, para lo que ha pedido autorización al Banco de España para convertirse en banco. Y su primer aliado internacional en este terreno va a ser, según indican fuentes próximas a las conversaciones, Mastercard.
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