Casi dos meses después del acuerdo oficial y sobre la campana, Marta y Cristina Álvarez, las dos principales herederas de El Corte Inglés, y su primo, Dimas Gimeno, han conseguido firmar una paz que amenazaba con romperse. Según fuentes próximas a las negociaciones, la retirada en la mañana de este jueves de la última demanda por parte de César Álvarez, hermano de Isidoro Álvarez y tío de los tres sobrinos, contra el legado millonario de la familia desbloquea finalmente el pacto por el que el grupo de distribución le recompra al que fue su presidente el 5% del capital por 145 millones.
La tensión se había reproducido en los últimos días pese a que, como adelantó en exclusiva El Confidencial el pasado 2 de febrero, Marta y Cristina ya habían acordado con Dimas Gimeno y su madre, María Antonia Álvarez, la adquisición de este paquete de acciones, pagadero a plazos. El consejo de administración de El Corte Inglés había incluso refrendado los términos de la operación, que solo exigía que ese 5% estuviese libre de cargas fiscales y jurídicas. Es decir, que no hubiera ningún pleito sobre esa participación que pusiera en riesgo el valor.
Agustín Marco
Dimas Gimeno y su madre ya habían retirado de forma preventiva los distintos recursos que tenían contra sus primas y sobrinas, respectivamente, antes de firmar el pacto como muestra de buena voluntad. Pero César Álvarez, hermano de Isidoro, que también había demandado a Marta y Cristina Álvarez, no había accedido a renunciar a un recurso de apelación por el que en su día los tres —Dimas, su madre y César Álvarez— habían reclamado la desaparición de 140 millones de cartera de valores IASA, la sociedad patrimonial dueña del 22% de El Corte Inglés.
De esta empresa, Marta y Cristina son dueñas de casi el 70% del capital, que se corresponde en un 15% del grupo de distribución, mientras que la otra parte tenía el 30% restante, que le otorgaba un paquete de acciones del 7% del 'holding', a razón de un 3% de Dimas y un 2% a María Antonia y otro 2%, César. Para rubricar el acuerdo del pasado 2 de febrero, era necesaria la celebración de una junta extraordinaria de accionistas de IASA porque los dos bandos debían renunciar al derecho preferente por el que cada uno de sus miembros tenían la opción de adquirir los títulos de los otros.
Agustín Marco
La junta estaba convocada para este jueves 18 de marzo. Pero hasta apenas unas horas antes de comenzar la reunión, César Álvarez seguía sin retirar su recurso de apelación sobre la primera sentencia en la que el juzgado mercantil número 5 de Madrid le dio la razón a las actuales herederas por los citados 140 millones. Según fuentes próximas a las conversaciones, el hermano de Isidoro no quería renunciar a esta vía porque, a diferencia de Dimas y su madre, no tiene problemas económicos y dispone de patrimonio más que suficiente para aguantar un pleito.
La amenaza de Hacienda
Sin embargo, reuniones de última hora entre Dimas Gimeno y su tío César, en las que se puso encima de la mesa la ruina familiar a la que les condenaba si no retiraba el recurso, le hizo cambiar de opinión en el último minuto. La junta se saldó con la aprobación por unanimidad, algo que no pasaba desde hacía años, de la renuncia a los derechos preferentes de las respectivas participaciones, ya que será El Corte Inglés de forma directa el que se haga con el 5% de Dimas y su madre.
Agustín Marco
Porque de no llevarse a la práctica el pacto, el ya expresidente de El Corte Inglés y María Antonia no hubieran podido hacer frente al pago de 70 millones de euros a la Agencia Tributaria por la herencia de su paquete de acciones, por el que tenían que haber pagado ya los impuestos en 2016.
Hacienda les dio cinco años de carencia para hacer frente a esta deuda, cuyo primer plazo estaba fijado para el próximo de julio. Al no disponer de dinero, Dimas, que ha puesto en marcha un nuevo proyecto empresarial en el sector textil, y la madre hubieran sufrido el embargo de bienes o la ejecución por parte del Banco Santander, que los avaló en su momento para poder retrasar la carga fiscal.
Ahora, una vez desbloqueada la solución gracias al gesto de César Álvarez, que no vende el 2% que le corresponde, Dimas y su madre podrán percibir ya en los próximos días 30 de los 145 millones en los que valoró su 5% de El Corte Inglés. Todo un alivio para unos primos que han protagonizado una de las batallas familiares y corporativas más llamativas de la empresa española.
Casi dos meses después del acuerdo oficial y sobre la campana, Marta y Cristina Álvarez, las dos principales herederas de El Corte Inglés, y su primo, Dimas Gimeno, han conseguido firmar una paz que amenazaba con romperse. Según fuentes próximas a las negociaciones, la retirada en la mañana de este jueves de la última demanda por parte de César Álvarez, hermano de Isidoro Álvarez y tío de los tres sobrinos, contra el legado millonario de la familia desbloquea finalmente el pacto por el que el grupo de distribución le recompra al que fue su presidente el 5% del capital por 145 millones.
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