Que el universo de las series de televisión está viviendo estos años su época dorada es un hecho: las plataformas son todopoderosas, se han lanzado a ambiciosísimas producciones y las estrellas más rutilantes del cine –directores, actores, actrices, guionistas– se han refugiado en este formato audiovisual que tiene enganchado a casi todo el mundo. A estas alturas es raro encontrarse a alguien que no disfrute de este género y no encadene un capítulo tras otro. De hecho, para gran parte de la población, el consumo de estos productos audiovisuales se ha convertido en algo diario, en una buena forma, por ejemplo, de terminar el día en el sofá y con la mantita. O una interesante opción para un fin de semana sin planes. ¿Y si aprovechamos ese tiempo para mejorar nuestro inglés? Esos minutos que dedicamos a ver una serie, al ser un hábito continuado en el tiempo, puede ayudarnos a aprender... ¡sin estudiar!
Pero, claro, conviene elegir bien qué título elegimos para avanzar en nuestros conocimientos del idioma. Porque ¿quién no se ha venido abajo al intentar ver un capítulo en inglés y darse cuenta de que no entiende casi nada? ¡Se nos quitan las ganas de volver a intentarlo! «Las series no están diseñadas como herramienta de aprendizaje y quizá no sean lo mejor para aprender de cero –justifica Cath McLellan, natural de Londres y profesora de British Council en Barcelona–, pero nos pueden ayudar si queremos usarlas». El primer consejo que da para ello parece una perogrullada, pero no lo es. «Lo principal es que te guste la que escojas, porque, si no, no vas a prestar atención», subraya McLellan.
Otra recomendación fundamental: no desanimarse en los primeros compases si no entendemos nada. Si aguantas al menos diez minutos (que no sean de acción pura, claro), ya has pasado una importante barrera. «Mucha gente se frustra, es normal, pero no hay que perder el ánimo. Deben saber que gente con muy buen nivel de inglés o incluso hablantes se tienen que poner subtítulos con algunas series por muchos motivos: hay entornos culturales donde hablan de una determinada manera, acentos complicados...», explica McLellan.
Por eso, ella, a diferencia de otros profesores de inglés, quiere defender el uso de subtítulos. Muchos docentes, en plan rígido, exigen a sus alumnos que prescindan totalmente de ellos o que los pongan en inglés porque si no vale de nada. «¡Sí que vale! Te haces con los sonidos, la entonación, muy rápido empiezas a pillar palabras, luego frases...», asegura McLellan. Según sea tu nivel, juega con los subtítulos (úsalos a tu conveniencia, están para ayudarte).
Algo ya visto en castellano
¿Algún consejo más antes de animarnos a ver series en inglés? Sí, uno muy útil. Si no nos sentimos muy seguros, «podemos comenzar con una que ya hayamos visto primero en castellano», apunta la profesora. De este modo, al conocer ya la trama y los personajes, 'liberamos' al cerebro de estas ataduras y podemos centrarnos más en el lenguaje.
Robert Garbett, natural de Birmingham y con décadas de experiencia como profesor de inglés a sus espaldas –especialmente para profesionales de empresas–, considera que ver series en su lengua materna es «imprescindible» para aprender. «Para empezar, porque, si estás aprendiendo un idioma, es para 'usarlo' de forma real, para comunicarte, leer o ver series y películas. ¡Pues empieza, no importa que no te resulte fácil!», anima. Y se pone él mismo como ejemplo. Cuando llegó a nuestro país no tenía ni idea de español, pero se compró una tele y, como no había opción de subtítulos, se puso «a ver pelis y series durante todo el primer año». «¡Recuerdo que veía mucho 'Verano azul'! ¡Alguna reposición!», recuerda divertido. En aquella época no había mucho donde elegir, pero ahora sí, gracias a las plataformas digitales. Hay para todos los gustos y para todas las edades. «Hay series que están muy bien para aprender y actores que hablan un inglés muy bueno y a los que conviene escuchar. Por ejemplo, el protagonista de 'Sherlock', Benedict Cumberbatch», apunta Garbett.
Para el neozelandés Clive Shackleton, también con una larga carrera como profesor de inglés en España, las series son una excelente opción de aprender de una manera divertida, casi inconsciente. Porque, según su experiencia, si un alumno se aburre, pierde la motivación y aprender inglés pasa a engrosar (otra vez) la 'lista de cosas pendientes que nunca haré'. «Por eso, además de series, yo recomiendo mucho los tik-toks. Son cortitos, divertidos, usan distintos acentos y vocabulario variado. Todo vale, hasta Peppa Pig», asegura.
Para muchos es la joya de la corona para aprender inglés. La dicción de sus personajes es envidiable, «de libro», dicen. De hecho, muchos protagonistas provienen del teatro. Pero, claro, hablan como británicos de principios del siglo XX, usan expresiones anticuadas... Ligar en una discoteca con lo aprendido en esta ficción sería un poco raro. Para Shackleton tiene como aliciente 'extra' la presencia de modos de hablar muy distintos: «Están los ricos y los pobres, con sus diferencias».
Es fácil de entender y, al haber personajes de distintas edades, se aprenden distintos registros. «También hay partes en las que hablan a la cámara, muy interesantes para aprender», añade McLellan. Los capítulos son cortos, divertidos y para todas las edades. La brevedad y el acento americano, que a algunos les resulta más 'fácil', son otras de sus bazas. También ocurre con 'Friends'. «Las 'sitcoms' son muy recomendables, ya que, al conocer ya a los personajes y tener un argumento sencillo, puedes fijarte mejor en su forma de hablar», añade.
La serie transcurre en Irlanda del Norte y se centra en la vida de cuatro chicas adolescentes. Como trasfondo, el conflicto irlandés. Y... acento irlandés, claro. Entonces, ¿por qué la recomienda McLellan? «La gente debe aprender que existen diferentes acentos. Normalmente, se toma como 'buen inglés' el típico del sur de Inglaterra, pero es conveniente diversificar y aprender expresiones de otras regiones. Los capítulos son cortos –así el esfuerzo de comprensión no se prolonga demasiado– y la época resulta interesante. Aprendemos inglés y un poquito del marco histórico de la ficción.
Vamos a aprender mucho vocabulario sobre espadas, dragones, batallas, bastardos, títulos nobiliarios y demás –algo que quizá en un pub no vamos a usar mucho–, pero no debemos llevarnos a error, su inglés no es para nada arcaico. «Engancha y el lenguaje es moderno. Así que verla no supone esfuerzo. Y casi todos los actores hablan muy claro», apunta Garbett. Sus diálogos son una muy buena herramienta de aprendizaje.
Hay bastante controversia sobre si esta serie es buena o mala para aprender inglés. Sus fans –que son legión– consideran que es excelente... pero quizá les pierda un poco la pasión. «Tienen mucho acento, hablan de forma muy coloquial y hay bastantes tacos», indica Cath McLellan. Los protagonistas son una familia de gánsteres, los Shelby. Y claro, hablan como corresponde y con acento fortísimo de Birmingham, ciudad donde se instalan y cuyos bajos fondos intentan controlar. No es lo mejor para novatos, pero sí para personas con cierto nivel. «Conozco a nativos a los que les resulta difícil entenderla y la ven con subtítulos», desvela la profesora.
En este caso la complejidad no sólo viene del lenguaje, «que es muy de la calle en algunas ocasiones», aunque también. La trama no permite despistarse: policías, droga, políticos... es apasionante, pero requiere concentración. Si estamos pendientes de lo que dicen los personajes es probable que nos perdamos cosas. No es para alguien que acabe de empezar a ver series en inglés, aunque, como hay papeles tan variados, sí es interesante para los que quieran comparar la forma de hablar de distintos colectivos. «Esto es muy útil, pero se necesita ya una buena base», subraya McLellan.
Versión original y distintos acentos
¿Se habla mejor inglés en los países en los que las películas o las series se emiten por televisión sin doblar? (sí, en algunos no se doblan nunca, no es costumbre hacerlo). El informe 'TV or not TV? The impact of subtitling on English skills', publicado en 'Journal of Economic Behavior and Organization', confirmó que la exposición continua a contenidos multimedia en inglés ayuda a la gente a aprenderel idioma: «Los ciudadanos de países en los que las películas extranjeras se emiten en versión original en televisión hablan, de media, mejor inglés».
Según Laia Canals, profesora del Centro de Idiomas Modernos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el boom de series y su consumo en versión original permite la exposición a diferentes acentos y maneras de hablar. «En esta época en la que el inglés es la lengua franca que se puede usar en todo el mundo para viajar, hacer negocios o amistades, es interesante y beneficioso el papel de series de diferentes países en las que se escuchan distintos acentos», comenta. «Tienes que poder entender a una persona de la India o de Taiwán, no solo el inglés británico puro que nos han enseñado siempre. Cuanto más global, a más personas llegarás», añade.
Porque no todo es «hacer oído». Escuchar acentos implica interiorizar que no debemos avergonzarnos del nuestro propio (En España siempre ha habido mucha 'vergüencitis'). «Todos chapurreamos como podemos. Y exponernos es fundamental. Mientras te entiendas es suficiente», sostiene Canals, que dice que entre sus materiales didácticos están series como 'Lost', que muestra un amplio abanico de acentos del inglés, desde el escocés hasta el africano pasando por los australianos o los estadounidenses.
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